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Aprendemos jugando


¿Quién dijo que aprender era aburrido? Usando nuestras manos, los lápices de colores, las tijeras, el pegamento... ¡y la IMAGINACIÓN! es posible aprender y repasar muchas cosas.

La letra... con ALEGRÍA entra.



Es una suerte contar con educadores creativos que son capaces de transmitir a los más pequeños las ganas de aprender. Jugando todo parece más fácil.


Metacognición

Con este bingo pasamos un rato entretenido y poco a poco, casi sin darnos cuenta, aprendemos y repasamos las tablas de multiplicar.

Los niños se dan cuenta de que este tipo de actividades les ayudan a aprender contenidos que trabajan en el colegio. En un contexto más relajado, de juego, pueden reforzar aprendizajes. La motivación crece y, con ella, la autoestima.


Crea tus propios materiales

Es verdad que lleva un rato preparar el tablero del tetris, los cartones para el bingo de las tablas o las fichas del tres en uno, pero merece la pena. Además, ¿no estaremos también desarrollando otras capacidades mientras manipulamos los materiales, charlamos de nuestras cosas o elegimos formas y colores?


La creatividad crece compartiéndola

Sé original. Muestra tu creatividad. Compártela.

¡Inspírate en otr@s!


Seguro que viendo estas fotos y otras muchas que puedes encontrar por las redes se te ocurren nuevas actividades que, además de divertidas, pueden llegar a ser muy educativas. Adapta las experiencias de otr@s a tu entorno educativo y ¡deja volar tu imaginación!

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