Puertas cerradas, corazones abiertos en "El Urogallo".
Federico Andrés Carpintero
En Ponferrada, el viernes 13 de marzo, cerramos las puertas a los chicos y chicas de los centros de nuestra obra social “EL UROGALLO” y abrimos los ojos, los oídos y el corazón para ver e ir aceptando, con asombro y preocupación, lo que estaba pasando…
“Hasta nuevo aviso”, escribimos a las familias. Y enseguida nos preguntamos: “¿Qué podemos hacer? ¿Qué vamos a hacer?”
Los educadores y voluntarios nos reunimos un día y decidimos teletrabajar preparando muchos talleres y el campamento del próximo verano. Elegimos el tema del campamento y nos repartimos las actividades y juegos. Hemos estado creando, diseñando y previendo todo lo necesario y, hoy, podemos estar satisfechos porque ya tenemos organizadas la mayoría de las acciones que vamos a disfrutar (si el “tiempo” nos lo permite…).
Ha pasado un mes y, para que nuestros chicos y chicas se animen, les hemos enviado un video por Facebook donde los educadores les saludamos y damos pistas para emplear el tiempo de una manera positiva y enriquecedora. Como emplean más Instagram que Facebook, hemos abierto una cuenta en esa aplicación, para estar más conectados. Y les vamos proponiendo, semanalmente, algunos retos lúdicos para que se entretengan y se diviertan en familia.
Muchos reciben el trabajo escolar que les envían los profesores (aunque algunos no tienen internet u ordenador) y nos han manifestado sus problemas y necesidades para realizarlo correctamente. Porque queremos ayudarles, hemos llamado a todas las familias y vamos a colaborar juntos para responder a lo que los colegios les pidan a lo largo de este tercer trimestre.
Con la Fundación Montagne también hemos elaborado un vídeo con algunos versos del poema “No te rindas”, atribuido a Benedetti.
El teléfono de nuestro centro Urogallo está abierto para las familias, como lo está Cáritas, que sigue atendiendo a las personas necesitadas en estos graves momentos de especial incertidumbre. Así, el compromiso de todos aumenta la esperanza.
Esperamos que las puertas del Urogallo se abran de par en par y en nuestros centros vuelva a estallar la risa y expandirse la amistad de todos los chicos y chicas, como el pasado carnaval que recordamos en la imagen.
Mientras tanto, ahora todos en sus casas, resistiendo como campeones y aprendiendo nuevas lecciones que les van a servir para toda su vida.
Los educadores y voluntarios del Urogallo también estamos aprendiendo mucho en estos largos días y somos solidarios con todas las personas que nos hallamos en la misma situación, especialmente con los que más sufren los efectos de esta pandemia que esperamos vencer.
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