El Proyecto Ker Saorengo, Casa de Tod@s hace balance del curso 2020-2021
16 de Septiembre del 2020, comienzo del curso escolar ¿o no? Así empezábamos el curso que ahora finaliza, con gran incertidumbre por las circunstancias.
Eventualmente el curso escolar comenzó con la “poco normal” normalidad en las obras educativas de la Provincia Marista de Compostela, excepto en una. En Ker Saorengo, Casa de Todos, (León), no pudimos empezar las actividades debido a que se llevan a cabo en dependencias del ayuntamiento que permanecieron clausuradas hasta mayo.
El grupo de whatsap de los voluntarios revivió por momentos, ya que ciertas actividades parecía que serían posibles de realizar, pero realidad se impuso a nuestros sueños.
“La obra social debe permanecer cerrada hasta que las autoridades sanitarias sugieran lo contrario”. Estas fueron las palabras que recibimos de la administración.
Cuando me encontraba intentando volver a echar a andar Casa de Todos, también empezaba mi labor como profesor en el colegio Champagnat de León, al cual asisten bastantes jóvenes y niños del Proyecto.
Un día me encontré con un grupo de niñas a las que conocía por su vinculación a las clases de baile flamenco, y me contaron lo que había supuesto para ellas no haber tenido la posibilidad de seguir frecuentando las clases de apoyo: la repetición de curso. Esto realmente me entristeció e hizo que mis fuerzas por intentar reanudar las actividades no cesaran.
Durante el curso escolar ha sido imposible reanudar las actividades, no obstante desde la coordinación nos hemos mantenido en contacto con las familias y hemos mantenido reuniones mensuales, con el objeto de preparar las actividades en el caso de que pudieran comenzar y también para preparar algún recurso “online”. Tal es el caso de la retransmisión en directo del “mini festival de Navidad” que siempre suele constar de varias actuaciones de baile flamenco, sorteos y otras actividades lúdicas destinadas a los más pequeños. Pero este año nos tuvimos que conformar con el formato virtual, al que no por gusto nos hemos acostumbrado.
Y por fin, a finales de mayo, pudimos reanudar actividades. Puede parecer una locura empezar a estas alturas del curso, pero desde la coordinación vimos necesario abrir el Proyecto para reagrupar tanto a niños como a voluntarios. Fueron sólo dos semanas, pero mereció la pena para volver a ver esas sonrisas, escuchar las bromas y corregir faltas de ortografía. Los niños y niñas nos estaban esperando, como se suele decir, “como agua en mayo” debido a que necesitan un referente que los anime a trabajar y les trate con cariño y respeto.
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